FAUD / UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

CONCURSO NACIONAL, SEGUNDO PREMIO

6.100 m2

CÓRDOBA, ARGENTINA. 2020

EQUIPO: Matías Beccar Varela, Jano de la Vega (autor asociado), Santiago Gallo, Joaquín de la Vega, Manuela Bresso.

Nuestra propuesta para la Reforma de la Sede Centro de la FAUD-UNC se concentra en dos búsquedas fundamentales. Por un lado, reencontrar al edificio con la sencillez y la potencia de sus estructuras originales, operación mediante la cual la luz se abrirá paso para dar vida a los nuevos espacios. Por el otro, organizar los elementos funcionales de una forma clara y abierta, aprovechando las pistas que nos dan las preexistencias para propiciar una reforma lógica, económica y de largo aliento en el tiempo.

La principal operación del proyecto consiste en una serie de demoliciones quirúrgicas: apenas un módulo estructural detrás de la fachada a la calle y otro módulo (de forma selectiva) en el patio central. Así, abrimos por un lado la posibilidad de un diálogo más dinámico con la ciudad mediante la introducción de balcones verdes, dispuestos de tal forma sobre el frente que generan un nuevo paisaje intersticial. En el patio central, por otro lado, nos aseguramos la mayor llegada de luz cenital y la espacialidad de un gran atrio que evoca las sensaciones de un claustro dinámico, típicas de la tradición universitaria.

Así, la propuesta se fija por un lado en el diálogo con la ciudad, conservando intacta la fachada de los años 50, si bien intervenida con la serie de terrazas verdes por detrás y con grandes paños transparentes pivotantes que le dan la cuota de sofisticación contemporánea. Por el otro lado, el proyecto hace foco en la generación de un enclave de interioridad, el patio central, que al techarse con vidrio y aumentarse en sus dimensiones se transforma en un catalizador de la rica vida universitaria. Reforzando esta apuesta, el nuevo núcleo es a la vez una inmensa biblioteca, que acompaña con sus anaqueles y su materialidad típica (revestimiento en madera) toda la extensión del edificio. Así, las bondades del patio central se extienden sobre el eje circulatorio principal, llevando la biblioteca, como símbolo del saber, a cada rincón de la renovada casa de altos estudios.

El programa se dispone en tres grandes paquetes: 1) un basamento de uso público, que agrupa el hall, las exposiciones, el bar y el auditorio; 2) un paquete hacia el frente donde se ubica Posgrado; 3) un paquete hacia el fondo, repartido entre Investigación y Extensión. Entre medio, la Biblioteca se extiende en la totalidad de una planta y expande en la terraza que se abre hacia el fondo. Arriba, un propuesto Taller Sustentable aprovecha la posibilidad de integrar sus actividades con la gran terraza verde que se abre al casco histórico de la ciudad. Así, el edificio integra los usos más contemplativos o recreativos a las actividades productivas, dando una imagen proactiva también a la sociedad, como institución que la representa.

El hall de acceso se abre en un su centro no sólo hacia arriba, sino también hacia el subsuelo, balconeando hacia un jardín interior. Allí, el gran espacio abierto se puede usar tanto para exposiciones temporales como para grandes eventos (SUM). El bar, por otro lado, se sitúa próximo al acceso, a un tiro de escalera de la entrada, para propiciar el contacto fluido con la gente que entra y sale y también con la ciudad.

En los meses fríos, el doble frente vidriado del edificio se cierra, atrapando el sol de la mañana y funcionando como un inmenso muro-trombe que irradia calor hacia el interior. La doble piel también es eficiente para amortizar el viento frío y los fuertes ruidos de la calle. Lo mismo sucede en el espacio central, en el que los rayos solares penetran a través del techo de vidrio, generando una gran inercia térmica que puede durar hasta bien entrada la noche.

En verano, el techo del espacio central se abre y, sumándose a la apertura de los frentes, produce un efecto chimenea que provoca la aceleración de la ventilación cruzada natural. El subsuelo se mantiene abierto a su patio inglés sobre la calle, refrescando las corrientes de aire que luego ascenderán al resto del edificio, succionadas por el efecto chimenea. El frente, al abrirse su piel externa, se convierte en una fachada ventilada profunda y sombreada por el brise-soleil de hormigón. El contrafrente, al Oeste, se protege mediante nuevos parasoles verticales.