BOTANICUM – PUERTOS DEL LAGO

ESCOBAR, PROVINCIA DE BUENOS AIRES. 2023

EQUIPO: Matías Beccar Varela, Florentina Fontana (asociada), Florencia Cotone, Rodrigo Guerra, Santiago Esteves (construcción), Valeria Matayoshi (cortinados), Claudio González (cálculo estructural), Estudio Bulla (paisaje).

FOTOS: Javier Agustín Rojas, MBVAA.

CLIENTE: Consultatio.

Un pabellón abierto en el paisaje, realizado íntegramente en madera laminada de forestación, suspendido levemente sobre el suelo vegetal, totalmente desmontable y re-montable, tuerca por tuerca. Una lámina horizontal de acero plegado y un cortinado perimetral de Tyvek lo protegen del sol y de la lluvia. En su interior/exterior, un doble homenaje: a la bovedilla doméstica de las casas chorizo porteñas y a los kioscos de flores de las esquinas de Buenos Aires.

Implantado en el centro cívico de Puertos del Lago (Escobar), el Botanicum se apoya en una secuencia de espacios públicos encadenados sobre una rambla peatonal y dialoga con edificaciones de distintas escalas, usos y técnicas constructivas. Apenas vinculado con el paseo público mediante una pieza suspendida de hormigón, el objeto-Botanicum levita sutilmente sobre la plaza de especies nativas proyectada por Bulla. La separación del suelo es mínima como para dejarlo respirar y absorber las escorrentías pluviales y mantenerse al mismo tiempo completamente accesible para un uso público intensivo. De hecho, las fundaciones son apenas una serie de “alfileres” de hormigón hincados en el terreno, listos para desaparecer apenas el edificio se desmantele.

El sistema constructivo se sirve de una misma sección estructural en madera (4×4”) para resolver todos sus elementos. Así, las columnas se encuentran reforzadas lateralmente mediante contrafuertes allí donde son necesarios y las vigas cuentan con una serie de duplicaciones para generar mayor sección, situación que es aprovechada a su vez para resolver constructivamente el detalle del cielorraso. Es precisamente en el cielorraso donde el proyecto concentra todas sus energías y cualidades evocativas: aparece aquí una sucesión de paneles de contrachapado muy fino, curvado a presión simple para configurar una reinterpretación de la tradicional bovedilla de ladrillos, tan utilizada en las antiguas casas de Buenos Aires.

El nuevo pabellón en madera funciona a la vez como florería, galería de arte botánica, glorieta, condensador del esparcimiento al aire libre: una plataforma abierta de interpretación del paisaje que, en los bordes de la metrópolis, aspira a explicarse –desde su propia realización material– como mecanismo de proyección tecnológica y ambiental responsable.