CASA TAMBORINI

NUÑEZ, BUENOS AIRES. 2014

EQUIPO: Matías Beccar Varela, Ariana Werber, Paula Yastremiz, Martín Padula, Luis Besteiro, Cristian Bustos.

FOTOS: Federico Kuledjkian.

Nuestra intervención decide conservar la caja muraria original intacta. Todos los tabiques internos y los agregados son demolidos. Con el interior vacío, la centenaria losa de bovedilla es redescubierta y sostenida a partir de ahora por una única columna central y una gran viga reticulada de 8,66m de largo y de sección (y transparencia) suficiente como para dejar sin interrupciones la comunicación del interior con el exterior.

Resuelta la estructura –una vez más, como forma de inundar de luz un viejo recinto– el resto de la casa prácticamente se diseña a sí misma. Un gran espacio de estar en planta baja, con una cocina incorporada y un toilette, un lavadero, placards. Una nueva escalera interior comunica con la vieja terraza que ahora tiene dos dormitorios y un baño, con la posibilidad de transformarse en un gran dormitorio en suite.

Como forma de mantener vivo el recuerdo de la vieja construcción, la bovedilla se deja a la vista, al igual que la totalidad de la caja muraria que envuelve la planta baja, con sus ladrillos vistos pintados de blanco. Una línea a la altura de dinteles divide sutilmente en dos el gran espacio, y de ella se toma la pieza de madera que en un único gesto resuelve la cocina, los pequeños recintos del toilette y el lavadero, el arranque de la escalera y el espacio de guardado. De esta forma, incluso los locales cerrados reciben luz natural de forma cenital, mediante cielorrasos vidriados que dan al gran espacio general.

La vida útil de un edificio está cifrada quizás no tanto en la evolución azarosa de los usos como en la dignidad material, tectónica y evocativa de sus formas. La casa Tamborini, mediante dos o tres gestos básicos, apuesta a transformar el potente material heredado en una espacialidad abierta y luminosa, lista para recibir los nuevos modos de vida y durar, con algo de suerte, por lo menos otros cien años.